
Es trompetista y tiene 26 años de edad. Le vi por primera vez en el Festival internacional de Montreal en 2008 y aunque estaba preparado para encontrarme con un fenómeno musical impactante debido a la publicidad que le acompañaba y a los halagos de la crítica, quedé gratamente sorprendido e impresionado. Su nombre es Christian Scott, ha sido nominado para premios Grammy y su fama ya ha alcanzado todos los rincones del mundo.
Scott estudió en la escuela de música de Berklee, en Boston, pero es originario de Nueva Orleans. Su estilo en la trompeta es muy personal. Puede ser fogoso e intenso, como puede ser íntimo y suave. En momentos recuerda a Miles Davis, en momentos hay elementos de la tradición de Louis Armstrong. En momentos me recuerda a Freddie Hubbard, en otros descubro cosas totalmente nuevas, aunque el sentimiento y las notas de los blues están ahí también siempre presentes. Busca nuevos caminos, pero firmemente fundamentado en la tradición del jazz, de forma admirable.
Tiene a su haber una quincena de discos en los que ha grabado como miembro de otros grupos. Y como líder ha grabado cuatro grandes álbumes: Rewind That (que le significó una nominación Grammy), Anthem (dedicado a la tragedia del huracán Katrina), Live At Newport (en el festival del mismo nombre), y Yesterday You Said Tomorrow (recién salido al mercado y del que ya se dice que puede obtener otra nominación Grammy). El grupo que grabó este disco está compuesto por Christian Scott, trompeta; Matthew Stevens, guitarra; Milton Fletcher, piano; Kristopher Keith Funn, bajo, y Jamire Williams, batería. Un crítico de Nueva York escribió sobre este álbum algo que también describe al propio Scott: "...un nuevo nivel de visión y de madurez ... una mezcla de oscuridad y luz, de desesperación y optimismo".
En toda su producción disquera hay distintos tipos de ritmos y elementos musicales: hermosas baladas, música del mundo, ritmos post-rock, blues, hard-bop y en algunos casos la trompeta susurrante de Scott, engullendo el micrófono, parece ser el susurro de la voz humana, el susurro de lo que nos quiere expresar este joven de 26 años.
Creo que hay que escuchar a Christian Scott con mucha atención y receptividad. Así como cuando, en mi caso, escuché por primera vez a John Coltrane y su A Love Supreme, a Miles Davis y su Kind Of Blue, o su Bitches Brew, o el Sergeant Pepper´s Lonely Hearts Club Band de los Beatles. Con un instinto que dice "aquí se está forjando algo importante".
En este caso se aplica ese tan manoseado dicho "la música habla por si sola". Por eso decidí escribir algo corto sobre Christian Scott. Simplemente para llamar la atención. Para invitar a escucharle y descubrirle, si es que todavía no le escuchan ni le descubren. En estos días pasó por España y sigue por otros países europeos promocionando su nuevo disco. Traten de escucharle en grabaciones o en persona. Vale la experiencia.
Pablo Aguirre.